Ya estás inscrito en este curso
Reactividad cruzada entre alérgenos
Se define reactividad cruzada como la situación en la que una reacción alérgica a una sustancia provoca también una reacción alérgica a otra sustancia. Es decir, el sistema inmune responde de la misma forma a las proteínas de ambas sustancias por ser estas muy similares entre sí.
En circunstancia normales, una reacción alérgica se produce cuando ya hubo una fase de sensibilización previa y la sustancia alérgena entra por segunda vez en contacto con el individuo. No obstante, por el fenómeno de reactividad cruzada una persona puede manifestar síntomas de tipo alérgico durante la exposición a un alérgeno distinto de aquel al que ya estaba sensibilizada.
¿Qué tipos de reactividad cruzada se conocen?
Existen numerosos ejemplos de reactividad cruzada. Señalamos algunos a título informativo. Por ejemplo, podemos citar la reactividad cruzada entre la leche de vaca y la de especies como la oveja y la cabra. Las responsables son las proteínas existentes en las tres: la β-galactoglobulina, la α-lactoalbúminas y las caseínas.
También existe reactividad cruzada entre especies de mariscos, con insectos, y con los ácaros del polvo. La tropomiosina es la proteína desencadenante de la alergia. En el caso de los distintos tipos de nueces, la probabilidad de producir una reacción alérgica entre sí es del 37%. También existe una asociación alérgena entre el melón, plátano y polen de ambrosía; apio y polen de artemisa; patata y pólenes de gramíneas…
Estudios in vitro evidenciaron, para la alergia al trigo, la reactividad cruzada entre el trigo y la cebada y el centeno.
Síndrome látex-frutas
Muchas personas que sufren alergia al látex manifiestan reactividad cruzada cuando ingieren determinadas frutas como el plátano, la castaña, kiwi, uvas o aguacate. En menor proporción también reaccionan frente frutas de rosáceas, como las manzanas, las peras, los melocotones, las cerezas…; y algunas hortalizas.
En industria alimentaria no se recomienda el uso los guantes de látex durante la manipulación de alimentos. Además de no ser adecuados para trabajadores alérgicos al látex, producen transferencia de proteínas de látex a los alimentos originando de forma indirecta reacciones anafilácticas en consumidores que ingieren estos alimentos, incluso aunque hayan sido cocinados.
Información al consumidor
La normativa europea obliga a proporcionar al consumidor, la información de los alérgenos de forma destacada. El Reglamento 1169/2011 cita en su anexo II 14 categorías de sustancias que causan alergia o intolerancia alimentaria.
¿Cuántos alérgenos hay que considerar?
Sustancias alérgenas existen muchas, pero solo hay 14 categorías legisladas.
1. Cereales que contengan gluten, a saber: trigo, centeno, cebada, avena, espelta, kamut o sus variedades híbridas y productos derivados.
2. Crustáceos y productos a base de crustáceos. En este apartido entran todas las especies posibles: cigalas, nécoras, gambas, centollo, buey de Francia…
3. Huevos y productos a base de huevo. Se incluyen huevos de todas las especies de aves de consumo humano: gallina, oca, pato, codorniz, avestruz…
4. Pescado y productos a base de pescado. Esta categoría abarca tanto el pescado blanco (rape, merluza, lubina, rodaballo…) como el pescado azul (sardina, bonito, atún, arenque…). Es independiente de si se trata de pescados marinos, de agua dulce o de acuicultura. También existen reacciones de alergia cruzadas entre distintos pescados y con los crustáceos.
5. Cacahuetes y productos a base de cacahuetes. El alergeno Ara h es muy similar a las vicilinas, las proteínas de almacenaje presentes en las semillas de las leguminosas. Puede presentar alergia cruzada frente a ellas.
6. Soja y productos a base de soja
7. Leche y sus derivados (incluida la lactosa). Aunque la alergia a las proteínas de la leche de vaca es la más frecuente, puede haber reactividad cruzada con la de otras especies. El consumidor debe estar informado en todos los casos. Por ello, esta categoría de alérgenos incluye la leche de todas las especies de animales de granja, así como cualquier derivado: yogur, queso, kéfir, leches fermentadas…
8. Frutos de cáscara, es decir: almendras (Amygdalus communis L.), avellanas (Corylus avellana), nueces (Juglans regia), anacardos (Anacardium occidentale), pacanas [Carya illinoensis (Wangenh.) K. Koch], nueces de Brasil (Bertholletia excelsa), alfóncigos (Pistacia vera), nueces macadamia o nueces de Australia (Macadamia ternifolia) y productos derivados.
En principio se trata de una lista cerrada. No obstante, recientemente se han aprobado algunos frutos de cáscara como nuevos alimentos. Estos requieren una mención especial en el etiquetado. (Ver más abajo).
9. Apio y productos derivados.
10. Mostaza y productos derivados.
11. Granos de sésamo y productos a base de granos de sésamo.
12. Dióxido de azufre y sulfitos en concentraciones superiores a 10 mg/kg o 10 mg/litro en términos de SO2 total, para los productos listos para el consumo o reconstituidos conforme a las instrucciones del fabricante. Se incluye este límite por ser el umbral de detección del método de referencia Monier-Williams.
13. Altramuces y productos a base de altramuces.
14. Moluscos y productos a base de moluscos. Dentro de esta categoría entran todos los bivalvos como, por ejemplo, las vieiras, los mejillones, las almejas, los berberechos… gasterópodos como los caracoles y los bígaros (minchas), y los cefalópodos: pulpo, calamar, sepia…
Nuevos alimentos con reactividad cruzada
Algunos de los nuevos alimentos aprobados para el consumo humano presentan reactividad cruzada con determinados alérgenos. En consecuencia, la normativa obliga a indicar una advertencia muy cerca de la lista de ingredientes.
Estos son los nuevos alimentos que pueden desencadenar reacciones cruzadas de alergia y requieren una mención en su etiquetado:
Reactividad cruzada con crustáceos, moluscos y ácaros del polvo
- Formas congelada, desecada y en polvo de Acheta domesticus (grillo doméstico)
- Formas congelada, en pasta, desecada y en polvo de las larvas de Alphitobius diaperinus (escarabajo del estiércol)
- Formas congelada, desecada y en polvo de Locusta migratoria (langosta migratoria)
- Formas congelada, desecada y en polvo del gusano de la harina (larva de Tenebrio molitor)
- Polvo parcialmente desgrasado de Acheta domesticus (grillo doméstico)
Reactividad cruzada con mostaza
- Polvo de semillas de colza parcialmente desgrasadas obtenido de Brassica rapa L. y Brassica napus L
- Proteína de semillas de colza
Reactividad cruzada con apio
- Extracto de tres raíces (Cynanchum wilfordii Hemsley, Phlomis umbrosa Turcz. y Angelica gigas Nakai)
Reactividad cruzada con anacardo y nuez
- Frutos secos de Canarium ovatum Engl.
Reactividad cruzada con avellanas, anacardos y pistachos
- Nueces secas de Canarium indicum L. (kenari) (alimento tradicional de un tercer país)
Pincha en el enlace si quieres ver detallada la tabla de nuevos alimentos con reactividad cruzada con los requisitos de etiquetado en cada caso.
Si te ha gustado el artículo y quieres saber más, te puede interesar el curso Gestión de alérgenos en empresas del sector alimentario.