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¿Es seguro comprar fruta cortada?
La fruta cortada por la mitad tiene un interés para aquellas piezas que resultan demasiado voluminosas. Con una ración más pequeña es más fácil acomodar un hueco en la nevera y se adapta mejor a las necesidades de familias pequeñas.
No obstante, para que resulte inocua, implica una serie de premisas de higiene.
Las frutas tropicales como la sandía, el melón, la piña o la papaya pueden contaminarse durante la cosecha con Salmonella spp., Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes provenientes del medio ambiente. Una vez la piel se corta, las bacterias de la superficie pueden pasar fácilmente a la parte carnosa al ser arrastradas por la hoja del cuchillo.
Por esta razón se recomienda descartar para el corte las frutas con un excesivo grado de madurez, o que presenten heridas o hendiduras en su superficie ya que serán más vulnerables al crecimiento de microorganismos patógenos.
Fruta cortada por la mitad ¿refrigerada o no?
La normativa obliga a que la fruta cortada por la mitad o en cuartos no supere una temperatura de 20-25ºC más allá de 3 horas. De esta manera se consigue ralentizar la multiplicación microbiana. Si el tiempo es superior los operadores económicos deben mantener la fruta cortada refrigerada a 4ºC hasta su venta.
Para ello es imprescindible registrar la hora de corte, así como indicar en la etiqueta que el consumidor deberá refrigerar dicha fruta. Es necesario mantener la cadena de frío también en el hogar ya que el pH de esta fruta cortada, a excepción de la piña, resulta favorable para el crecimiento bacteriano.
Así, melón, sandía, papaya y piña cortadas por la mitad o en cuartos para su venta, pueden mantenerse a temperatura ambiente (20- 25 ºC) hasta 3 horas después de realizar el corte. Transcurrido este tiempo, estas frutas se colocarán en un expositor refrigerado, manteniéndose así hasta su venta.
Otro peligro al que se puede ver sometida la fruta cortada es la contaminación por Normovirus proveniente aguas de riego contaminadas. Hay mayor probabilidad de aparición en el caso los melones, las sandías y las piñas, ya que se cultivan en el suelo, y menos para la papaya, que crece en árboles.
La manipulación de fruta cortada debe seguir unas escrupulosas prácticas higiénicas, donde se controlen las condiciones de exposición y de conservación, y se establezcan las medidas necesarias para prevenir una posible contaminación cruzada.
¿Qué pasa con los vegetales cortados por la mitad?
Por otro lado, la legislación indica que los vegetales voluminosos cortados por la mitad, tales como repollos, coliflores o similares no precisarán refrigeración. Tal es el caso de la calabaza. Es un vegetal voluminoso que además se consume cocinado. Por ello, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha determinado que las calabazas no precisarán refrigeración, siempre y cuando no se encuentren peladas.
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