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La importancia de la denominación legal en el etiquetado de los alimentos
El etiquetado de los alimentos es un aspecto fundamental para garantizar la transparencia y la seguridad alimentaria. Uno de los elementos clave es la denominación del alimento, la cual juega un papel crucial en la comunicación clara y precisa al consumidor sobre lo que realmente está adquiriendo.
Diferencia entre el nombre comercial y la denominación de venta
Cuando hablamos de la denominación de un alimento, es vital diferenciar entre el nombre comercial o marca y la denominación de venta. El nombre comercial o marca es aquel que el fabricante elige libremente para diferenciar su producto en el mercado. Este puede ser creativo y estar cargado de elementos de marketing, diseñado para captar la atención del consumidor y posicionar el producto frente a la competencia.
La denominación de venta es un término regulado que debe cumplir con la normativa vigente y nunca puede ser un nombre de fantasía.
Esta denominación describe de manera precisa y legal el producto alimenticio, garantizando que el consumidor sepa exactamente qué está comprando.
Recuerda:
La denominación de venta es un término regulado y nunca puede ser un nombre de fantasía
Ejemplos prácticos: Diferenciando los productos por su denominación legal
La importancia de la denominación legal se puede observar en diferentes ejemplos del día a día:
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Jamón cocido versus fiambre de jamón cocido:
La diferencia entre estos dos productos es significativa. Mientras que el jamón cocido es simplemente carne de cerdo cocida, el fiambre de jamón cocido puede incluir féculas, proteínas añadidas u otros ingredientes. La inclusión de féculas obliga al fabricante a indicar en la etiqueta la mención «fiambre», para que el consumidor sepa que no está comprando jamón cocido.
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Zumo versus néctar:
Un zumo es un producto que solo contiene los azúcares presentes de forma natural en la fruta. En cambio, un néctar puede llevar azúcares añadidos, miel o edulcorantes. La normativa exige que esta diferencia quede claramente reflejada en la etiqueta.
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Yogur versus leche fermentada:
El yogur, según la normativa, debe estar elaborado con leche y fermentos específicos (Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus). Si se utilizan otros fermentos, aunque la apariencia del producto sea similar, la denominación legal que aplica es «leche fermentada» y no yogur.
Si quieres aprender más sobre el etiquetado de los alimentos te puede interesar el Etiquetado general de los alimentos e información al consumidor.