El color del manto de los perros

La coloración del manto de los perros se debe a la expresión de únicamente dos pigmentos, la eumelanina, que produce por defecto color negro, y la feonelanina que produce pigmentos rojos. La eumelanina está presente, tanto en las células del pelo, como de la piel, mucosas y ojos. Así, el color de la trufa y el iris de los perros se manifiestan en consonancia con el color del manto.

La feomelanina solo se manifiesta en el manto y es responsable de los colores de la serie roja.

Estos pigmentos pueden adoptar múltiples combinaciones, pueden expresarse o no, quedar aclarados… en función de lo que dicte la genética de cada individuo. Tenemos que tener presente que un mismo aspecto externo (fenotipo) puede corresponderse con bases genéticas diferentes (genotipo).

Según los colores que podemos observar externamente, las capas se dividen en simples o monocromáticas y compuestas o policromáticas, en las que intervienen dos o más colores pudiendo adoptar diferentes patrones.

Capas simples o monocromáticas

Presentan como su nombre indica, un solo color.

Capas eumelanísticas

Según la genética las capas eumelanísticas se dividen en aquellas con colores densos y las que presentan colores diluidos.

	Colores densos	Colores diluidos
Colores eumelanísticos	Negro	Azul
	Marrón/Hígado/Chocolate	Isabela
Colores feomelanísticos	Serie roja Caoba>Rojo> Amarillo
	Blanco

Colores densos eumelanísticos

Entre los colores sólidos o densos están el negro y el marrón o hígado. Ambos son pigmentos oscuros. En el manto hígado la eumelanina está oxidada.

Negro

Se debe al pigmento eumelanina. Puede presentar distintas tonalidades.

Negro azabache: brillante.
Negro hito: sin ningún pelo blanco.
Negro peceño: mal teñido, que presenta reflejos rojizos.

Es intenso y mate en el Labrador, azabache en el Spitz enano y pizarroso en el Briard.

Se produce por un gen del locus B que es dominante por lo que solo es necesario una copia para que se manifieste: BB o Bb.

Capa negra

Hígado

Se nombra también como color chocolate. Se debe también al pigmento eumelanina que en esta ocasión produce un pigmento marrón. Para poder expresarse es necesario que el gen del locus B se encuentre en homocigosis recesiva, cuyo genotipo se representa como bb.

Capa hígado o chocolate

Colores diluidos

En entre los colores diluidos están el azul e isabela. Se producen por la existencia del gen “d” de dilución que produce una dilución en la eumelanina. Para poder expresarse el gen debe estar en homocigosis, es decir, el animal llevará dos copias, una heredada del padre y otra de la madre.

El color negro se convierte en azul al diluirse y el hígado en isabela.

Capas feomelanísticas

Serie roja

Se debe al pigmento feomelanina. La tonalidad del manto varía desde rojo intenso o caoba del setter irlandés, al leonado más o menos oscuro, o el amarillo del golden retriever.

Los colores más claros de la serie roja no se producen por dilución (acción del gen d) sino a diversos genes que interactúan entre ellos proporcionando mayor o menor intensidad.

Capa caoba

Manto blanco

El color blanco genéticamente se describe como ausencia de color. Existe pigmento en el pelo pero no se expresa. También está presente en las mucosas (trufa, borde palpebral…) y ojos donde sí se manifiesta.

El color blanco no debe confundirse con el albinismo donde carecen de pigmentación en su totalidad. Los animales albinos tienen el pelo blanco, las mucosas rosadas y los ojos azul pálido.

Investigaciones recientes apuntan como uno de los responsables para el color blanco un alelo recesivo e/e en la extensión (E) identificado como el melanocortin-1 receptor (MC1R) que inhibe los pigmentos presentes en el manto.